En 1986 EFM envió misioneros a Ruanda, África, para abrir una nueva obra. Se desarrolló una Junta Anual que ahora tiene treinta y dos años e incluye a más de cinco mil miembros. La Iglesia Evangélica de Amigos-Ruanda (EFC-R), por sus siglas en ingles, continúa creciendo bajo su propio liderazgo y con sus propios recursos. Actualmente hay una familia misionera de EFM en Ruanda: Brad, Chelsea, Sarai, Gideon, y su nuevo miembro de la familia, Ian. Trabajan con Amigos Evangélicos en África central para crear un movimiento de discipulado de vida completa.
Aaron Mupenda, representante legal de EFC-R, respondió las cuatro preguntas que envié a misioneros y líderes nacionales.
¿Cómo está afectando COVID-19 a quienes viven en el área donde ustedes viven y ministran?
- Estamos en la tercera semana de encierro.
- Las fronteras del país están cerradas.
- Los servicios de la iglesia, las escuelas y los viajes aéreos se han cancelado.
- Los precios de todo se han duplicado.
¿Cómo está afectando esta situación al ministerio que ustedes llevan acabo?
- Ninguno de nuestros creyentes ha sido diagnosticado con el coronavirus.
- Debido a que nadie está trabajando, e incluso antes del virus, algunos ya estaban desempleados o tenían trabajos temporales, padecen hambre. Estamos haciendo lo mejor que podemos para ayudarlos. El número va en aumento.
¿Cuáles son algunas oportunidades que están viendo para compartir las buenas nuevas de Jesucristo con aquellos que aún no lo conocen?
- Como no hay trabajo, mucha gente acude más a la oración.
- Ahora estamos enviando el mensaje de Dios de diferentes maneras: WhatsApp, Notas de Voz, radio y televisión.
¿Cuáles son dos o tres peticiones de oración que podemos usar para orar por ustedes y por los que ministran?
- Necesitamos la intervención de Dios para detener el COVID-19.
- Que los edificios de la iglesia se abran lo antes posible.
- Oremos también por la economía del país y su gente. La economía está dañada.