Juntos hasta los confines de la tierra
La Conferencia de Aprendizaje de Envió Misional de EFM para Latinoamérica que se llevó a cabo en Chiquimula, Guatemala, en la que Dios nos permitió el privilegio de ser parte de la planificación y logística, fue una verdadera bendición, mucha motivación, edificación y retadora para los representantes de 9 países Latinoamericanos. 98 personas registradas más algunos más oyentes, hicieron un gran compromiso de estar concentrados por 8 días intensivos de escuchar y aprender de los esfuerzos de envió de otros. Algunos de los participantes tuvieron testimonios de su llegada con obstáculos que se presentaron, el que estuvieran presentes en el evento fue milagro de Dios. Damos gracias a Dios por permitir que también tuviéramos representación de África, Nepal, y Camboya.
Cada Junta Anual tuvo oportunidad de compartir sus historias, éxitos y retos en el envió de misioneros al campo, algunos internamente dentro de sus países y otros ya enviando a obreros a otras naciones. El reto fue impulsar a que cada Región comenzara con más intensión el desarrollo de una infraestructura de trabajo para el envió eficaz de más obreros al campo. Incluso, posibilidades de alianzas entre otras Juntas Anuales y con EFM. ¡Alabado sea Dios!
Damos toda la gloria y honra a Dios, por permitir que este importante evento se llevará a cabo. Fue un evento único en su clase para Amigos de Latino América. La presencia de Dios fue manifestada en la unidad de pensamiento, espíritu, y corazón que se sintió durante todos los días que se nos permitió estar reunidos en su nombre. Fue tan hermoso ver que se hicieron a un lado las diferencias de prácticas, culturas, liturgia, y que el mayor enfoque fuera el cómo seguir obedeciendo la Gran Comisión juntos y con más intencionalidad como Iglesias Evangélicas Amigos. Alabamos al Señor, porque nos permitió sentir la unidad de un pueblo reunido con el propósito de honrarle a El y seguir adelante aprendiendo unos de los otros. Recordamos la oración de nuestro Señor Jesucristo cuanto pidió al Padre en Juan 17: 21, “Para que todos sean uno; como tú, Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste”.
Queremos dar gracias especiales a la Junta Anual de Guatemala y a su liderazgo por aceptar el gran reto de ser la cede de este impactante evento. Gracias por todos los esfuerzos, trabajo, hospitalidad, alimentos, etc. También gracias a Global Disciples por apoyarnos en los talleres de pequeños negocios. Gracias a los que nos apoyaron en la alabanza, video y fotografía. Y inmensas gracias a todos ustedes que nos apoyaron con sus oraciones y muchos hasta financieramente a EFM. ¡Fue un trabajo excelente! Pedimos que algún día Dios nos permita podernos reunir otra vez.
Sin lugar a duda que este evento tuvo un impacto para el reino de Dios y para la eternidad.