La Familia Howell |Sirviendo en Irlanda
Esta semana, me reuní con un viejo amigo para tomar un café, charlar y pasear por el pueblo Wicklow. Este es una persona que he tenido el honor de conocer durante más de una década. Ha pasado demasiado tiempo desde la ultima vez que nos vimos, por lo que era tiempo de ponernos al dia. Después de que nuestros caminos se separaron, comencé a procesar esta relación.
Este era un joven que conocí por primera vez cuando estaba en su adolescencia a través del club de Jovenes que facilitamos. Mucho después de que él pasara esta etapa, continuamos reuniéndonos regularmente. Compartía su vida conmigo y, a menudo, me pedía mi opinión sobre ciertas situaciones. Después de orar en silencio y buscar la sabiduría de Dios en la situación, yo hablaba. Yo no tomo este honor de ser invitado a hablar en la vida de otra persona a la ligera. Es con un profundo sentido de humildad y gracia que lo hago. A lo largo de los años, la relación ha madurado, pero todavía encuentro una sensación de asombro en su crudeza. Él ha mencionado más de una vez lo vital que esta relación ha sido para convertirse en quien él es hoy.
Este es un ejemplo de un día típico en la vida del ministerio en Irlanda. Podría estar clasificado como cuidado pastoral o tutoría. Pero cualquiera que sea el término que uses para describirlo, el poderoso impacto que tiene repercute en todas partes. Me encanta esta definición simple que encontré, “sabio consejero, amigo íntimo que también es un sabio consejero”. La parte que más me habla fue la frase “amigo íntimo”. El entrelazamiento de vidas a través del tiempo, las experiencias y el amor.
Moisés y Josué. Pablo y Timoteo. Elías y Eliseo. Mardoqueo y Ester. Priscila y Aquila y Apolos. Elí y Samuel. Bernabé y Pablo. Jesús y todos los discípulos. La lista continúa. A lo largo de las Escrituras, vemos que esto se desarrolla con regularidad. El acto intencional de partir el pan y compartir tiempo con los demás.
Mientras escribo esto, Tricia acaba de entrar despues de haber compartió una charla de café de cuatro horas que tuvo esta tarde. Pasamos tiempo con estos seres queridos, invirtiendo en las partes difíciles y celebrando con los buenos. No siempre es fácil o incluso productivo. Sin embargo, vale la pena. Como para este joven. Para con quien Tricia se reunió. Para el artista. Para el empresario. Para el comerciante. Para los padres, abuelos e hijos. Para el que se siente como que nadie lo escucha o se preocupa.
¿Seguirías orando con nosotros por este maravilloso país? Oren para que estas conversaciones siguan dando frutos. Que a través de estas amistades íntimas, el impacto del amor de Dios cresca más allá de lo que podamos imaginar. Oren por favor por nosotros por las nuevas oportunidades de ministerio que se presentan. Oren para que seamos fieles en escuchar y seguir la voz de la verdad a medida que se nos guía hacia adelante. Y por favor oren por nosotros como familia. Ha sido una temporada difícil en la que nos encontramos. Atesoramos su amor y oraciones mientras navegamos por lo que se encuentra en el horizonte.
Gracias, amigos, por amarnos y orar por nosotros mientras nosotros somos una extensión de sus manos y pies en Irlanda.
Bendiciones,
La familia Howell